Problemas auditivos

Casi todas las pérdidas de audición son a causa de la evolución natural del sistema auditivo. En menor grado, pueden ser provocadas por una exposición prolongada a ruidos de fuerte intensidad, efectos secundarios de algunos medicamentos, traumatismos craneales  y ciertas enfermedades que pueden perjudicar al sistema auditivo.

Que tu oído envejezca es irremediable. Pero si evitas exponerte a niveles sonoros elevados o haces uso de protectores para el oído, puedes conservar por más tiempo una buena audición. Existen soluciones eficaces y discretas para compensar la mayoría de las pérdidas de audición debidas al envejecimiento del sistema auditivo. Por ejemplo los audífonos, con los que se obtienen resultados muy sorprendentes.

Este es uno de los síntomas frecuentes entre las personas que necesitan ayudas auditivas. La posible causa podría encontrarse a nivel neurosensorial, lo cual impide un correcto funcionamiento del oído.

Por supuesto, influyen también factores como la edad, ciertos medicamentos, causas genéticas y la contaminación acústica. Todo esto conlleva a una falta de capacidad para entender la conversación.

Los acúfenos o tinnitus no tienen curación posible y pueden afectar a la mitad de personas con pérdida auditiva. Además, este problema puede ocasionar graves consecuencias a la persona que los padece y por eso existe una terapia de habituación cuyo objetivo es llegar a convivir en armonía con nuestro propio tinnitus. La terapia combina el asesoramiento profesional con la utilización de un instrumento auditivo de alta tecnología.

La otitis es una inflación, que suele estar provocada por una infección de la garganta. La causa más importante de la otitis media es el mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio, conducto que comunica el oído medio con la rinofaringe. Otras posibles causas pueden ser la infección de la vía respiratoria alta, los problemas alérgicos y los trastornos de la función ciliar del epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta.

Los síntomas agudos de la otitis son dolor de oído, fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar supuración, vértigo y más raramente parálisis facial. En la otitis media crónica con efusión, la pérdida de audición puede ser el único síntoma.

La toma de antibiótico durante 10 o 14 días es el  tratamiento habitual para la otitis media aguda, teniendo como referencia los gérmenes que habitualmente son los responsables de dichos procesos. Normalmente, con este tratamiento antibiótico la sintomatología mejora en 48 horas. Sin embargo, si existe efusión en el oído medio ésta puede persistir durante varias semanas. Este tratamiento en ocasiones se acompaña con descongestionantes nasales y mucolíticos.

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